Te quiero... ¿me quieres?

Hoy desperté sin quererlo, y me encontré entre tus brazos, tú dormido pero con una sonrisa en los labios, llenaste mi corazón de ternura. Éramos dos seres únicos, enamorados del amor y de la vida.

Poco a poco despertaste, me saludste con un buenos días tan dulce que sigue resonando en mi interior. Tu mirada de dormido era algo rara, más no por eso dejaba de ser bella, todo tú eras hermoso y en mí había algo a punto de estallar.

De pronto, como un golpe me azotó una fuerza terrible, el corazón a punto de explotar por esa taquicardia que me producía tu presencia, era indudable que el amor había llegado a mí, sin embargo y como muchas otras veces, no supe si ese amor llegó hasta ti. Nunca me dijiste que me amabas, pero tus hechos me lo decían, obrabas con amor y no lo valoré, necesitaba escuchar de tus labios no un te amo, me hubiera conformado con un te quiero, pero ¿de qué me sirve decírtelo ahora que ya no estás? ¿por qué es tan injusta la vida? ¿por qué te ha hecho morir? No comprendo cómo es posible vivir sin ti, me derrumbo...

Los recuerdos de cuando tú y yo éramos uno se agolpan en mi mente, hoy que me faltas tú me sobra la vida, pero ¿qué puedo hacer?, necesito estar viva y no quiero, quiero estar contigo una vez más, abrazarte, besarte, tenerte, decirte cuánto te amo, pero ya no estás más conmigo, te has ido y no hay nada que me devuelva la calma ni el deseo de vivir.

Adiós por última vez, espero algún día poder alcanzarte.

24/Abril/1997

Lluvia del Corazón

Hace un par de días que me persigue la melancolía, yo corro y trato de sacarle la vuelta para no llover.

Sin embargo la carne es débil, mi corazón también y súbitamente ayer me venció, me acorraló y no tuvo piedad de mí. Comencé a llover, me encontraba sola, frente a una imagen de la Emperatriz de América, su mirada fija de retrato y llena de ternura me conmovió, yo pedía que cuidara a mi familia, a mis abuelos y ella en su sencillo gesto de mujer encinta me tocó el corazón.

Cierto es que lloro fácilmente, pero tenía algún tiempo de no hacerlo, y el de ayer fue un llanto pequeño, unas cuantas lágrimas rodaron por mis mejillas, pero el sentimiento que lo acompañó fue tan grande, que aún hoy si me pusiera a los pies de Guadalupe, no sabría cómo reaccionar, tal vez desde el fondo de mí volvería a surgir la lluvia, o tal vez me quedaría en sequía sin saber qué sería lo mejor.

Al humedecerse mi rostro levanté una oración hacia "La más Pequeña de mis Hijas", le pedí que me conceda pronto encontrar al dueño de mi corazón. Y seguí lloviendo sin quererlo, pero sintiendo en esa lluvia un alivio a mi dolor.

Al dolor de no encontrar un alma sobre la cual derramarme cual lluvia benéfica para los campos y cosechar el fruto de la vida, que según entiendo (y entiendo poco) se llama AMOR.

25/Abril/2005

Pienso, recuerdo, vivo y muero

Pienso, recuerdo, vivo y muero,
todo en un instante que decide
el rumbo que al fin distingo

Pienso y recuerdo, y con ello
tú vuelves a mí, a mis días
has vuelto a colmar mi vida
de sentido y alegría

Vivo y muero al verte lejos
tu partida ha dejado un hueco
que no podrá ser sanado
a menos que encuentre otro enamorado

Respiro y mi sangre palpita
porque todo en el mundo
de pronto se ha ido
mis metas, mis sueños,
mi razón de vivir, se encuentran extintos

Todo se apaga y la noche
vuelve a mi lado
nada he podido
lograr sin amor

Y mi amor que eras tú
de pronto desapareció
dejando tras de sí
una leve huella
y un triste adiós

Y yo pensante por naturaleza
olvido a veces lo que es el amor
más que un verbo, un sentimiento
que al perderse causa dolor

Sigo en mi canto, y este pregón
me recuerda que un día
fuiste para mí

Y tal vez, vivir ya no tenga sentido
pues habiendo amado una vez
ya nada es fácil, no puedo
seguir sufriendo sin vivir.

Todo se apaga y la noche
vuelve a mi lado
nada he podido
lograr sin amor

Y mi amor que eras tú
de pronto desapareció
dejando tras de sí
una leve huella
y un triste adiós

Esta canción se la escribí a Ricardo, aunque él no lo sabe. Me costó mucho trabajo hacerla, pero me sirvió de desahogo. Data de 1997.

Un beso

¿Por qué la vida es así?
¿por qué el bendito amor
no puede ser comprado
como vil mercancía de tienda?

¿Por qué me haces sufrir
intentando con tu saludo un beso?
A un buen amigo no se le hace eso
porque le puedes confundir

¿Qué hay en el mundo más bello
que un amor cuyo sello es un beso
gentil y travieso que revolotea
en nuestro corazón?

¿Cómo he de decirte cuánto te quiero?
Si ni siquiera puedo alcanzarte,
te encuentras tan lejos como un lucero
y no quisiera
lejos de mi encontrarte

Más al saberte tan lejos
y sentir que no eres mío,
corre por mis venas el cálido estío
que me deja
con las ganas de morir
y la duda de saber si fuiste mío.

¿Qué hay en el mundo más bello
que un amor cuyo sello es un beso
gentil y travieso que revolotea
en nuestro corazón?

¿Qué hay en el mundo más bello que un beso,
que un beso de amor?

Esta es la segunda canción en mi haber, la escribí por ahí del año 1997-98

Juego de Dados

Si yo pudiera decirte que te quiero
si tuviera la fuerza para decírtelo
yo podría ser feliz con tu mirada
y podría andar entre nubes por tu amor

Yo no sé expresar mis sentimientos
pero sería tan fácil si entendieras
que el amor no es un algo de segundos
que lo lleva en el pecho todo el mundo

Sin embargo es tan fácil perderte
en un juego de dados sin pensar
si supiera al menos que ganaría al apostar
tú sabrías lo difícil que es amar

Si tú sabes decirme lo que sientes
si quisieras decirme lo que fuera
yo sería feliz con escucharte
y tendría en mi ser algo de ti

Yo no quiero ahora perderte
porque sé que es difícil alcanzar
una estrella que brille en el cielo
y difícil es poderla reemplazar

Sin embargo es tan fácil perderte
en un juego de dados sin pensar
si supiera al menos que ganaría al apostar
tú sabrías lo difícil que es amar

Esta es la primera canción que escribí, hace ya más de 10 años, espero les guste.

Lluvia

Me invade la tarde plomiza que se cuela por mi ventana, llueve afuera y llueve en mí. Es increíble la forma en que se apodera de mi sentir y me lleva a la tristeza, a la soledad.

Me siento abandonada, despreciada, desdichada, no hay nadie que se fije en mí, no hay nadie que se detenga a preguntar el por qué de mi llanto, tal vez he dejado de existir.

A veces sucede que te vuelves insignificante, carente de sentido, y no encuentras un motivo siquiera para seguir adelante. Te derrumbas, te consumes, eres una brasa ardiente que poco a poco se torna en cenizas.

Caes, te desbaratas, lo que antes fuera una escultura preciosa, llena de vida, se vuelve simple arena, polvo, tierra, se desgasta, se agota y por último muere.

Estoy triste, llueve afuera y llueve en mí, no quiero convertirme en polvo ni quiero ahogarme en mi llanto, lo único que quiero es sentir que a alguien le importa, sentir que alguien está conmigo, que hay al menos uno que no me abandona, porque si no tengo a ese alguien, entonces sólo me queda la nada y me quedo yo en estado latente, entre la vida y la muerte porque no encuentro motivos para seguir viviendo.

Tania Campos 8/septiembre/1999

Formando mi propio blog

Este es un espacio para todos aquellos que sientan la imperiosa necesidad de decir algo acompañados por la lírica.
Escribir nuestros sentimientos es una fuerza que para algunos resulta casi una necesidad, y por eso me gustaría invitarlos a compartir conmigo sus sentires.
Gracias desde ya por sus aportaciones y prometo yo hacer lo propio.

Tania C

"La Poeta del Ensueño"